Por inspiración divina

Los políticos de Carolina del Norte tratan de derrocar a un concejal porque es ateo

La Constitución de Carolina del Norte, barra los cargos públicos a "cualquier persona que niegue la existencia de Dios Todopoderoso." Un concejal de Asheville está dispuesto a poner esa cláusula a prueba.

Cecil Bothwell, 59 años, concejal electo de Asheville City, que cree que debe proscribirse la pena de muerte, racionalizar el consumo de agua, poner límites a la altura de los edificios céntricos y preservar los árboles en el corazón de la ciudad, juró su cargo el pasado 7 de diciembre sin poner la mano sobre la biblia ni hacer ninguna referencia a dios.

Los activistas conservadores, encabezados por el concejal, H.K. Edgerton, amenazan con interponer una demanda ante un tribunal estatal contra el ayuntamiento, para que impugne el nombramiento de Bothwell.

El artículo VI sección 8 de la Constitución de Carolina del Norte califica como "inelegible" a cualquier persona que haya sido condenada por traición o por cualquier otro delito y a "cualquier persona que niegue la existencia de Dios Todopoderoso".

Otros seis estados, Arkansas, Maryland, Pensilvania, Carolina del Sur, Tennessee y Texas, tienen artículos similares. Exigen jurar cosas como: "Profeso la creencia en Dios Padre y en Jesucristo su único Hijo, y en el Espíritu Santo, un solo Dios, bendito por los siglos de los siglos, y debo reconocer las Sagradas Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento que ha de darse por inspiración divina" o "Creo en la religión cristiana, y tengo una firme convicción de su verdad ...".

En 1961, la Corte Suprema federal ratificó que la ley federal prohibe que los estados requieran cualquier tipo de creencia religiosa para desempeñar un cargo, cuando se pronunció en favor de un ateo de Maryland que buscaba su nombramiento como notario público. Pero aún en la actualidad los funcionarios públicos ateos pasan años defendiéndose en la corte para poder ocupar cargos de responsabilidad política.

En un país creado por gente que escapó de Europa huyendo de los juramentos y declaraciones religiosas, aún se equipara el ateísmo con "la negación de cualquier responsabilidad moral de la conducta" y se priva a los ateos de sus derechos como ciudadanos.