Justicia imparcial


Mariano Fernández Bermejo, anterior ministro de justicia, quiso reformar las oposiciones a la judicatura:
'En los tiempos que corren hay otras salidas menos duras y ponerse a preparar oposiciones parece que no es atractivo', señaló.
En las últimas oposiciones el tiempo medio de preparación ha sido de cinco años y medio, de manera que los que se han examinado han estado 'aislados' durante ese tiempo, en contacto sólo 'con un preparador y con él mismo'. 'No es bueno que una persona esté tantísimo tiempo alejada de la realidad', señaló Bermejo.
Ante eso planteaba un sistema de selección de jueces parecido al de otros países de la UE:
Bermejo ha apuntado que existen "puntos mejorables" en el sistema de selección de jueces. De esta manera, ha pedido complementar el actual sistema con otro en que el Estado "no seleccione personas que se formen por su cuenta" sino de que "forme personas con un modelo exigente", en el que el mérito y la capacidad sean lo que cuente.
[...] ha planteado un sistema en el que el Estado lleve a cabo un control del "equilibrio psicológico, la experiencia, serenidad y asunción de los valores constitucionales" de los jueces.
En realidad, el gran problema es que la derecha está enquistada en el Poder Judicial. En las oposiciones, la prueba con más peso es valorada de manera subjetiva por un tribunal, sin posibilidad de revisión, y en la que prima como mérito ser hijo de magistrado (y por eso los apellidos de muchos miembros del TS se repiten desde el franquismo). Ante la perspectiva de que este proceso de selección fuese modificado (y de paso pidiendo una subida salarial) se convocó la primera huelga de jueces del reino. Respaldada por la policía nacional y la guardia civil, primero sin apoyo del PP y después con su beneplácito, despertando indignación porque supondría descontar de sus sueldos el día de huelga, la huelga de la judicatura triunfó y consiguió incluso la dimisión del ministro.

La prensa informó puntualmente de todos estos hechos. Sin embargo, hace dos semanas, el Tribunal Supremo y los tribunales superiores de las "comunidades autónomas" celebraron elecciones a sus salas de gobierno. ¿Alguien ha leído alguna noticia a parte de pequeñas reseñas en la prensa local?

Los resultados de las elecciones, sacados de la web de la Asociación Profesional de la Magistratura, fueron los siguientes:



El total de 116 plazas se repartió entre:
  • 53 pertenecientes a la APM + 11 no asociados presentados en las listas de APM
  • 21 pertenecientes a la AJFV
  • 12 no asociados
  • 11 pertenecientes al FJI
  • 9 pertenecientes a JpD
Los jueces españoles tienen prohibido pertenecer a sindicatos, así que dicho rol es asumido por las cinco asociaciones profesionales existentes:
Éste es el panorama. Yo me quedo (como siempre) sin palabras y con muy mal sabor de boca.



1 comentarios:

Anònim ha dit...

Pero luego dicen, que nuestros jueces no proceden del antiguo régimen y son imparciales.... ¡¡¡toma ya!!!

Un petó ;-)