Mi faceta trekkie (1): Llevando la democracia a los pueblos

ERRAND OF MERCY (“Tentativa de Salvamento”)

El Imperio Klingon y la Federación se disputan el planeta estratégico de Organia. En él habita una raza humanoide sencilla, de vida casi medieval.
Nuestro capitán Kirk intenta convencer a los organianos de las bondades de la Federación, lo deseable de la ayuda y protección que ésta puede ofrecerles, y lo espantoso de una vida bajo la tiranía militar klingon. Los organianos son pacifistas convencidos, no les interesa en absoluto la defensa militar de la Flota Estelar y no les preocupa en lo más mínimo que los klingon los invadan. Y, efectivamente, los klingons ocupan Organia ("es su naturaleza") ante la indiferencia organiana.

Como es un héroe, nuestro Kirk decide arrancar a los organianos de su inercia y cobardía, e inicia una serie de acciones terroristas contra el ejército invasor hasta que es atrapado por los klingons: “Ustedes los de la Federación se parecen bastante a nosotros.” “En eso se equivoca”, salta ofendido Kirk: “¡Somos una democracia!” “Vamos, capitán...”, replica condescendiente el klingon, “No me refiero a esas diferencias ideológicas menores. Somos dos tigres enfrentados por un planeta habitado por ovejas. Somos predadores, cazadores, asesinos. Y eso es, precisamente, lo que nos hace grandes. Hay un universo infinito... por conquistar.” Nuestro Kirk por supuesto lo niega.

ALERTA DE SPOILER



Después de que suframos mucho porque los organianos no reaccionan ante la ocupación klingon y nos indignemos porque ignoran las sabias palabras y la oferta de ayuda de nuestro Kirk, resulta que esos cobardicas no son ni primitivos, ni simples, ni inertes, ni pusilánimes, ni siquiera humanoides, sino seres de pura energía, tan por delante de los humanos en la evolución como éstos de las amebas (Spock dixit).

Los organianos se revelan por fin tal como son para impedir que la raza invasora y la raza invasiva se maten entre sí. Y cuando neutralizan todas las armas, vemos a Kirk y a Kor unirse en la obstinación y la irracionalidad de sus argumentos contra los entes de energía para defender su derecho a luchar, a matarse mutuamente:
Kirk: Incluso si tienen cierto... poder que no entendemos... no tienen ningún derecho a dictar a nuestra Federación...
Kor: ...¡O nuestro imperio!...
Kirk: ...cómo manejar nuestras relaciones interestelares. Tenemos el derecho...
El organiano: ¿A hacer la guerra, capitán? ¿A matar a millones de personas inocentes? ¿A destruir la vida a escala planetaria? ¿Es eso lo que está defendiendo usted?
Kirk: Bueno, nadie quiere la guerra... pero existen los canales apropiados.

Y por si esto fuera poco, los organianos acaban por pedirles a unos y a otros que se vayan de allí: “No queremos parecer poco hospitalarios pero, señores, deben partir... La mera presencia de seres como ustedes nos resulta intensamente dolorosa”. Las ‘ovejas’ ponen en su sitio, por fin, a los tigres de la tiranía y a los predadores demócratas negándose a reconocer ninguna diferencia esencial entre ellos y dejando a Kirk turbado por todas las similitudes y concomitancias que acaba de descubrir.

Kirk termina el episodio diciendo: "Estamos muy acostumbrados a creernos muy superiores y en realidad no somos nada."

Como puede verse... sólo es ciencia ficción de hace 40 años.