Andaba pensando en una pequeña noticia ignorada por los medios "Se suprime el juramento por Dios en la Policía Nacional" y leyendo las reacciones de los susodichos en sus foros. Son apasionantes, aunque no puedo pasar demasiado tiempo en ellos so riesgo de bruxismo crónico.
Algunos se quejaban de la modernización que "padecen": que si ya no se jura por Dios, que si ahora tienen que decir LA INSPECTORA jefe, que si estaba bien y lo estropean, que es una mierda, que si manda huevos, que si ¡Viva españa! (o lo que queda de ella), que si los que mandan son unos acomplejaos porque pretenden "no herir" a los musulmanes, que si se hunde el país, que si todos gritarán "sí juro", que si se substituirá el himno por la internacional, que si sienten "orgasmos democráticos", que somos una sociedad culturalmente católica, que si por amiguismo deberían decir "Yes, we can", que gritar "SÍ, LO HACEMOS" suena un poco gay, que si tienen que defender sus valores y tradiciones... e incluso se argumentaba una reflexión paradójica: "en la medida en que a mí me molesta que estas tradiciones se cambien, y pese a ello se cambian y me tengo que aguantar, por qué quienes se sienten molestos con que estén no pueden hacer lo propio y se dedican, en cambio, a revolver hasta que su criterio se impone". Ahí es nada. Incluso se mentaba la "profanación de la Oración de los Caídos".
Cuando llegué al comentario: "Yo creo que se deben mantener ciertas tradiciones que dan señas de identidad, y mas tratandose de un Cuerpo armado" (sic), caí en la cuenta de que fui inexacta en mi anterior post "Una pequeña gran noticia". En él dije que la primera iniciativa que marcaría el signo del "cambio producido en Euskadi" fue la creación de una página web, pero no es correcto. Me olvidé del juramento laico del lehendakari.
El sr. López aceptó y prometió su cargo con la mano derecha colocada sobre un ejemplar del Estatuto de Gernika y la izquierda levantada. Juan José Ibarretxe le cedió el poder simbólicamente entregándole la makila. A los pies del árbol de Gernika declamó: «De pie, en tierra vasca bajo el árbol de Guernica, ante vosotros representantes de la ciudadanía vasca, en recuerdo de los antepasados, prometo desde el respeto a la Ley, desempeñar fielmente mi cargo de lendakari». Después leyó un poema en euskara («Maiatza» del último ganador del Premio Nacional de Narrativa Kirmen Uribe, acusado por la COPE de proetarra) y uno en castellano («Nada es dos veces» de la Premio Nobel Wislawa Szymborska). Visiblemente emocionado, dió paso al «aurresku» y, como colofón, sonó el himno vasco.
El sr. López se acogió al argumento de la laicidad para eliminar cualquier connotación religiosa: ni Biblia, ni crucifijo, ni "ante dios humillado" (por cierto, el PP aplaudió, ¡increible!). Yo soy atea, absolutamente irreligiosa y descreída. Su juramento debería parecerme perfecto en la forma, el sr. López fue coherente con su ideología laica, pero aún así me molestó. ¿Por qué? Porque desde el 7 de octubre de 1936, todos y cada uno de los lehendakaris han acudido al árbol de Gernika y, en euskara, han pronunciado: «Jaungoikuaren aurrean apalik; eusko Lur ganian zutunik; asabearen gomutaz; Gernika'ko zuaizpian; nrer aginduba ondo betetzia zin dagit» «Ante Dios humillado; de pie sobre la tierra vasca; con el recuerdo de los antepasados; bajo el árbol de Gernika, juro cumplir fielmente mi mandato».
¿Y eso qué narices me importa? Eso sólo es un símbolo y más suyo que mío. Es sólo una tradición y yo no soy precisamente una persona tradicional ni conservadora. Son sólo unas palabras.
Lo que me sucede es que soy humana y muy visceral. Creo que los símbolos se adoptan para representar una historia común, para identificarse, para distinguirse de los demás, para aglutinar a las personas, para crear un sentimiento de pertenencia. Todas las naciones los tienen. Todos los grupos humanos los blanden, ya sean bandas callejeras, equipos de fútbol, fans de una serie de TV o movimientos internacionalistas.
Lo que me indignó (creo) fue que vi rechazo a ese símbolo vasco por ser vasco, no por ser religioso. Ese ninguneo presagiaba para mí cómo iba a ser el gobierno del sr. López, tan abundante en "símbolos". Aunque quizás la realidad hubiese quedado manifiesta en los términos que un lector del blog de Anasagasti le envió: «Ante el PP humillado; en pie, pisoteando mis promesas preelectorales, con el recuerdo de que Basagoiti pone y quita lendakaris, bajo la sombra de moción de censura a Zapatero; juro, o prometo, me esforzaré un poquitín en cumplir fielmente lo que me manden desde Génova y Ferraz».
Me queda una duda: ¿será eso mismo lo que irrita tanto a la Policía Nacional?
MAIATZA
Begira, sartu da maiatza,
Zabaldu du bere betazal urdina portuan.
Erdu, aspaldian ez dut zure berri izan,
Ikarati zabiltza, ito ditugun katakumeak bezala.
Erdu eta egingo dugu berba betiko kontuez,
Atsegin izatearen balioaz,
Zalantzekin moldatu beharraz,
Barruan ditugun zuloak nola bete.
Erdu, sentitu goiza aurpegian,
Goibel gaudenean dena irizten zaigu ospel,
Adoretsu gaudenean, atzera, papurtu egiten da mundua.
Denok gordetzen dugu betiko besteren alde ezkutu bat,
Dela sekretua, dela akatsa, dela keinua.
Erdu eta larrutuko ditugu irabazleak,
Zubitik jauzi egin geure buruaz barre.
Isilik begiratuko diegu portuko garabiei,
Elkarrekin isilik egotea baita
adiskidetasunaren frogarik behinena.
Erdu nirekin, herriz aldatu nahi dut,
Nire gorputz hau albo batera utzi
Eta maskor batean zurekin sartu,
Gure txikitasunarekin, mangolinoak bezala.
Erdu, zure zain nago,
Duela urtebete etendako istorioa jarraituko dugu,
Ibai ondoko urki zuriek uztai bat gehiago ez balute bezala.
MAYO
Mira, ha entrado mayo,
Ha extendido su párpado azul sobre el puerto.
Ven, hace tiempo que no sé de ti,
Se te ve tembloroso, como esos gatitos que ahogamos siendo niños.
Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
Del valor de ser amable,
De la necesidad de arreglárselas con las dudas,
De cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
Ven, siente en tu rostro la mañana,
Cuando estamos tristes, todo nos parece oscuro;
Cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas,
Sea un secreto, un error o un gesto.
Ven y pondremos verdes a los vencedores,
Saltaremos desde el puente riéndonos de nosotros mismos.
Contemplaremos en silencio las grúas del puerto,
Porque estar juntos en silencio es
La mejor prueba de la amistad.
Vente conmigo, quiero cambiar de país,
Dejar este cuerpo mío a un lado
Y meterme contigo en una concha,
Con nuestra pequeñez, como los bígaros.
Ven, te espero,
Continuaremos la historia interrumpida hace un año,
Como si no tuvieran un círculo más
los abedules blancos de la rivera.
© Kirmen Uribe
© de la traducción: Kirmen Uribe / Gerardo Markuleta
NIC DWA RAZY
Nic dwa razy się nie zdarza
i nie zdarzy. Z tej przyczyny
zrodziliśmy się bez wprawy
i pomrzemy bez rutyny.
Choćbyśmy uczniami byli
najtępszymi w szkole świata,
nie będziemy repetować
żadnej zimy ani lata.
Żaden dzień się nie powtórzy,
nie ma dwóch podobnych nocy,
dwóch tych samych pocałunków,
dwóch jednakich spojrzeń w oczy.
Wczoraj, kiedy twoje imię
ktoś wymówił przy mnie głośno,
tak mi było jakby róża
przez otwarte wpadła okno.
Dziś, kiedy jesteśmy razem,
odwróciłam twarz ku ścianie.
Róża? Jak wygląda róża?
Czy to kwiat? A może kamień?
Czemu ty się, zła godzino,
z niepotrzebnym mieszasz lękiem?
Jesteś - a więc musisz minąć.
Miniesz - a więc to jest piękne.
Uśmiechnięci, współobjęci
spróbujemy szukać zgody,
choć różnimy się od siebie
jak dwie krople czystej wody.
NADA SUCEDE DOS VECES
Nada sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina moriremos.
En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.
No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
igual mirada en los ojos,
dos besos que se repitan.
Ayer mientras que tu nombre
en voz alta pronunciaban
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.
Ahora que estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Como una flor o una piedra?
Dime por qué, mala hora,
con miedo inútil te mezclas.
Eres y por eso pasas.
Pasas, por eso eres bella.
Medio abrazados, sonrientes,
buscaremos la cordura,
aun siendo tan diferentes
cual dos gotas de agua pura.
© Wislawa Szymborska
© de la traducción: Gerardo Beltrán
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