En el reino la pena de muerte fue abolida por la Constitución en su artículo 15 (1978) y se dejó de contemplar su excepción para delitos en tiempos de guerra en 1995, al reformar el Código Penal Militar.
En el 2002 el Consejo de Europa adoptó el Protocolo número 13 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (éste es el protocolo nº 11, el más actual que he podido encontrar), que establece la abolición de la pena de muerte en cualquier circunstancia, incluidos los actos cometidos en tiempos de guerra o de peligro inminente de guerra. O sea, en el reino nos adelantamos.
Sin embargo, como Armenia, Letonia o Polonia, España no lo había ratificado hasta este año. En julio el Consejo de Ministros autorizó la firma , haciéndolo este jueves el Pleno del Congreso por unanimidad.
No entiendo un retraso de 7 años en una firma, la verdad, máxime cuando no había nada que debatir ni que modificar. ¿Alguien puede darme una explicación?
Por otro lado, la firma lleva añadida una declaración para el caso de que el Convenio fuese extendido por el Reino Unido a Gibraltar. En ella "se "deja clara" la posición del Reino sobre el estatus del territorio no autónomo de Gibraltar y el carácter local de sus autoridades". Es una pena que no la hayan incluido en la noticia, porque me gustan estos simpáticos gestos políticos. Como el de los Borbones en 1981, que fueron los únicos ausentes de la boda de los príncipes de Gales, Carlos y Diana, porque el viaje de novios incluía una escala en Gibraltar. O el de la Federación Española de Fútbol que en 2002 y en 2006 amenazó con no jugar la Champions ni la Eurocopa si la selección de fútbol de Gibraltar era admitida de en la UEFA como miembro de pleno derecho.
La última consulta del 2002, cuando preguntaron a los gibraltareños si querían que España compartiese la soberanía de Gibraltar con Reino Unido, arrojó un 99% de votos en contra. Sabiamente, Miguel Ángel Moratinos declaró esta semana en el Congreso: "Sin los ciudadanos, en la democracia del siglo XXI, no se lograrán acuerdos, y tenemos que ganarnos sus mentes y corazones".
Es una lástima que no tengan la voluntad de ganarse los corazones y las mentes de sus propios ciudadanos. Estoy convencida de que para la mayoría de nacionalistas "periféricos" (periférico,ca : 2. Secundario, de menor importancia que lo principal) el problema no es tanto la independencia como la relación de las naciones dentro del reino negador y opresor. Realmente creo que si nos dejaran ser lo que somos no tendríamos problema en ser también españoles.
Gibraltar, por cierto, acaba de cerrar hoy mismo la oficina que tenía en Madrid.
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