Oier Azkarraga Grajales: Caminemos de la mano hasta un escenario democrático en Euskal Herria


Me da la impresión de que últimamente hay mucha gente ejercitando la lectura, personas que hacia años no estudiaban, estudian hoy cada palabra, cada coma de un documento muy pero que muy interesante. Veo a la gente leyendo, entretenida, saludas y te miran con cara de odio, les has entretenido la lectura. Veo a la gente mendigando por un documento preguntando quien es el que se lo tenía que pasar… desde ayer, oigo las impresoras trabajando a pleno rendimiento, el documento ya es público, y nadie, absolutamente nadie se lo quiere perder.

Voy a ser un poco cabrón, que es lo que me va, y voy a intentar parecerme a aquellos que en la cola de la película te destripan el final, para todos aquellos que no se lo han leído, para los que están a medias y para los que hace tiempo que terminaron su lectura, voy a contarles el final del documento, este documento termina como llevamos 50 años soñando, incluso más, desde 1512, este documento termina con la resolución del conflicto, con la paz y con la democracia, con la independencia y el socialismo. ¡Ya está! ¡Ya lo he dicho! Se que realmente al único que le va a joder que le cuente el final va a ser a RuGALcaba y a todos sus perros rabiosos, a los que a como él, periodistas, columnistas, políticos, asesinos a sueldo… el final del conflicto les jode en lo mas hondo.

He visto una chispa de luz en unos ojos negros, y no solo al mirarme al espejo, he visto la ilusión en gente que hacia años no sentía tal cosa por el proceso de liberación nacional, me he reído a carcajadas al leer las mentiras que contaban los medios, y es que su nerviosismo es mi alegría. Me he apenado con las detenciones de compañeros en Donosti, al igual que me apeno cada vez que secuestran a un ciudadano vasco, pero he comprendido que tienen miedo, he sentido su miedo, el de todos aquellos que luchan desesperadamente contra Euskal Herria y el de todos sus colaboradores.

Debemos tomar este documento como arma para la paz, un arma más poderosa que todas las que ellos puedan utilizar, porque cada vez que ilusionamos a este pueblo, esa ilusión, esa emoción, se convierte en el arma más hermosa, en el camino hacia la paz. No engañemos a nadie, este no es ni siquiera un primer paso, no hemos llegado a avanzar hacia la solución, esta es la primera piedra de un camino largo y tormentoso, nos tocara sufrir en el camino, nos lo harán pasar mal, muy mal, pero cada golpe recibido, será un nuevo aliento para seguir avanzando, una nueva luz en el camino. “Caminante no hay camino se hace camino al andar” y esta vez al volver la vista se vera la ruta que nos habrá traído hasta la paz.

Construyamos el camino, creemos los puentes, démonos de la mano y avancemos hacia la solución, “herri batua inoiz ez zanpatua” lleguemos hasta nuestra próxima estación, lleguemos hasta Maltzaga, por que me da la impresión de que estamos creando las condiciones para un nuevo Orreaga, esta será desde entonces la primera guerra que ganemos los vascos, pero solo si como entonces estamos juntos y convencidos de que la meta merece la pena.

Oier Azkarraga Grajales
Publicado en Zuialde
(Gracias Jabiero)